Vicente
Nevárez Rojas
Recreación y deporte

La recreación como tal, implica una amplia gama de
actividades que hombres y mujeres pueden
realizar en su tiempo libre; rompe con lo cotidiano de manera pasiva o activa
y, tiene en el deporte, su mejor componente.
La práctica física-deportiva, en el ámbito de la
recreación, debe mostrarse como una actividad lúdica generadora de deleite y
bienestar, de reglamentación flexible donde el placer de jugar se constituya en
el vehículo para el esparcimiento; nos relaja, estimula nuestra curiosidad y
nos hace entrar en una dinámica recreativa de superación personal.
Dice Jorge Luis O´rrelly Gutiérrez (tratadista) que si
entendemos que el hombre como ser biológico y ente social desde siempre
necesitó de un espacio y un tiempo para recrearse, debemos reconocer que
obviamente las actividades deportivas-recreativas están condicionadas, entre
otros factores, por el régimen social imperante, el nivel intelectual del
individuo, su situación económica, las tradiciones y, en este sentido, las
ofertas a su alcance.
En la experiencia habida en Cuba en el “Entronque de Velasco”, las actividades,
deportivas-recreativas, contribuyeron con el desarrollo sustantivo y
mejoramiento del estilo de vida de la población, de manera sana y saludable,
gracias a un trabajo sostenido que se propuso realizar el Sectorial Municipal
de Deportes del Concejo Popular “Primero
de Enero” en el Noreste de la provincia Ciego de Ávila.
Los procesos de
cambios, transformaciones o reajustes sociales en que se desenvuelve el mundo
contemporáneo, obligan a reorientar las actividades deportivas en el marco de la
recreación para que, niños, adolescentes, jóvenes, adultos, adultos mayores y
personas con discapacidades, encuentren en ella, una sana y saludable ocupación
del tiempo libre.
Los individuos
de nuestras comunidades, rurales o urbanas, acostumbrados a una práctica
deportiva dependiente de los espacios existentes –formales o no-, se inclinan
por deportes conocidos o popularizados que no dejan margen para la inclusión de
otros que bien pudieran contribuir con un mejor desarrollo social si se
involucran, dada la diversidad, personas cuyas aptitudes y preferencias le son
propicias.
La práctica de
las actividades deportivas-recreativas ejercen una influencia favorable sobre
el desarrollo de las diferentes cualidades volitivas, motivacionales y
afectivas de la personalidad. Para niños y adolescentes, es la oportunidad de
escoger de manera espontánea el deporte de su predilección.
Estas
actividades son de libre interpretación, sin reglas y con una continua
incorporación de formas y técnicas de comportamiento; socialmente aceptable a
cambios en el transcurso de la actividad que se desarrolla, y con una singular
inclusión de géneros y edad; de gran importancia en los procesos de
comunicación y empatía que puede ser aplicado con fines educativos.
El
deporte sano es incompatible con el consumismo y el derroche que está en la
raíz de la actual e irreversible crisis económica y social del mundo
globalizado (Fidel Castro Ruz).
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